El consumo de alcohol puede tener consecuencias irreversibles para el cuerpo. Descubrí cómo tu organismo responde ante esta sustancia y cuáles pueden ser los principales efectos.
El consumo de alcohol es un hábito ampliamente socializado. Sin embargo, es una sustancia tóxica para el organismo. Y, mientras que su consumo sea a dosis bajas y de forma esporádica tiene efectos rápidamente reversibles.
Su consumo tanto a dosis altas como prolongado tiene consecuencias indeseables sobre el organismo. Se recomienda beber hasta 2 tragos diarios para los hombres y 1 para las mujeres. Un trago equivale aproximadamente a un vaso de cerveza, una copa de vino o una medida de bebida destilada.
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Efectos del alcohol
El alcohol actúa como depresor del sistema nervioso central. Algunos de los efectos son:
- -Alterar la visión.
- -Reducir la audición.
- -Afectar el juicio.
- -Inhibir la capacidad de equilibrio.
- -Retrasar el tiempo de reacción.
Además, beber mucho alcohol durante largos períodos de tiempo puede traer serios problemas:
-Empeorar afecciones como derrame cerebral, diabetes, hipertensión, diabetes, osteoporosis, pérdida de memoria, presión arterial alta, trastornos del estado de ánimo o úlceras.
- Conducir a algunos tipos de cáncer, daños al hígado, trastornos del sistema inmunológico y daños cerebrales.
- Causar olvidos y confusión.
- Dificultar que los médicos identifiquen y traten algunos problemas médicos. Por ejemplo, el alcohol causa cambios en el corazón y en los vasos sanguíneos. Estos cambios pueden opacar el dolor que podría ser una señal de advertencia de un ataque al corazón.
¿Cómo afecta a los adultos mayores?
Las consecuencias antes detalladas pueden ser más comunes o graves en los adultos mayores que en los jóvenes, debido a que tienen una menor tolerancia a las bebidas alcohólicas.
¿El motivo? Cuando bebes el alcohol pasa inmediatamente a la sangre, donde es transportado hacia el hígado, el cual libera enzimas para metabolizarlo y eliminarlo.
Si el hígado no funciona correctamente, algo más común entre los adultos mayores que en los jóvenes, el proceso de purificación será menor y el organismo sufrirá deshidratación.
Los adultos mayores también suelen tener menos cantidad de agua en el organismo, por lo que tienden a tener una mayor concentración de alcohol en la sangre cuando beben en comparación a los más jóvenes.
Es importante recordar beber con moderación.