Si la molestia en la sien se presenta como un único síntoma, es posible que los músculos de tu rostro, mandíbula o cuello estén tensos. Pero es cierto que también puede tener muchas causas, y es importante conocerlas, para poder abordarlas, y prevenir complicaciones. A continuación las principales causas.
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El dolor en la sien, puede ser causa de:
Tensión producto del estrés. Una situación de estrés puede disparar el dolor en la sien. Este tipo de molestia que suele irradiarse en la sien y los hombros es episódica, esto quiere decir que suele ser un episodio aislado.
Si esta tensión se presenta de manera persistente, por más de 15 días al mes, se define como crónica.
La tensión muscular es la reacción natural al estrés. Frente a una situación de estrés, los músculos se tensan, y se relajan cuando pasó el momento de tensión.
Migraña. La tensión en las sienes puede presentarse como una alerta de un ataque migrañoso.
Hay una gran predisposición genética para padecerla.Se sabe que la presión en las sienes, junto con síntomas como visión borrosa y aura pueden advertir sobre un ataque inminente.
Sinusitis y alergias. Los problemas en los senos nasales, a causa de la sinusitis o las alergias también pueden poner presión en las sienes.
Los senos paranasales son espacios llenos de aire en el cráneo. Están localizados por detrás de la frente, los huesos de la nariz, las mejillas y los ojos. Los senos paranasales saludables no contienen bacterias ni otros microorganismos. Por lo general, el moco puede salir y el aire puede circular a través de ellos.
Pero, si se presentan gérmenes que irritan esas vías, el dolor puede irradiarse y poner presión en las sienes.
Fatiga, ansiedad, enojo. Estas tres manifestaciones emocionales pueden expresarse físicamente a través de presión o dolor en las sienes.
Una buena dieta, higiene del sueño y el manejo del estrés ayudan a tener unas sienes saludables.
Ahora ya sabes, si te duele la sien identifica cual puede ser la causa y consulta con un profesional.
