Llegó esa época del año en el que tenés objetivos de año nuevo, ya sea porque las dejaste de concretar a mitad del año o porque te ha surgido el deseo de mejorar o de intentar algo que nunca antes habías hecho, los propósitos son en sí sólo la intención de comenzar con un nuevo objetivo, pero lo que tenés que tener en mente es convertir los objetivos en hábitos recurrentes para lograr un éxito personal.
El comienzo de nuevo te anima a darle vuelta a la página, pero es difícil comenzar a trabajar por los objetivos que querés lograr, por lo que éstos siete consejos te ayudarán a hacer de tus propósitos una realidad:
Tené un plan
Una de las principales cosas que necesitás para poder organizarte es tener un plan. Esto comienza teniendo una visión clara de lo que querés lograr al final del camino. Posteriormente, necesitás fijar las metas que te ayudarán a alcanzar tus objetivos de año.
Es importante que establezcas metas reales y que no te llenes de mil cosas que al final no puedas cumplir. Elegí solo 3 cosas que querés alcanzar.
Por último, establecé tiempo para estas metas. Lo más recomendable es hacer un plan de 90 días. Este es el tiempo necesario para que vos mismo y las personas a tu alrededor, comiencen a notar los cambios. Entonces, comenzá por preguntarte: ¿Cuál es tu visión? ¿Qué querés lograr?
Organización es la clave
Es necesario que tus nuevos hábitos los establezcas dentro de tu rutina. Los espacios para mantener actividad física, cocinar en casa, estar con tu familia y para estar con vos mismo es importante que queden fijados en tu calendario. Si necesitás hacer cambios, negocia tus prioridades antes de hacer los cambios.
Constancia y consistencia
Estas dos palabras son los únicos ingredientes seguros para el éxito. Es muy probable que al principio, tu cuerpo y tu mente se resista a los nuevos cambios. Siempre resulta más cómodo quedarse en el mismo lugar. Sin embargo, la claridad de tu visión final y tus metas, son las que te mantendrán atado y motivado a seguir el camino. No luches contra tus resistencias, solo observaras y cambiá de perspectiva.
Creé en ti mismo.
Es lo primero y fundamental, engordá tu autoestima, centrate en tus valores positivos y potencialos, hacé una lista y verás que hay mucho dentro de ti.
Enfocate en una sola cosa
No intentés realizar muchas cosas a la vez porque no lo lograrás. Enfocarte en perder peso, dejar de fumar o ahorrar dinero al mismo tiempo requiere toda tu atención y constancia, un peso con el que no muchas personas pueden y terminan arrojando por la borda. En este caso, identificá metas pequeñas que podés lograr con el paso del tiempo para tacharlas de tu lista de propósitos.
Tené en cuenta los tropiezos
Hacer una lista de situaciones que te dificulten el lograr tus propósito te ayudará a buscar soluciones alternativas y a lidiar con ellos.
Sé optimista contigo mismo
Todos necesitamos algo de motivación, y nadie mejor que vos para levantarte el ánimo. Para darte un boost de confianza, nada como visualizar tu objetivo en imágenes o a través de frases de apoyo que podés llevar en tu teléfono como wallpaper o incluso imprimirlas para enmarcarlas y que sean parte de tu decoración y estilo de vida.
Usá un lenguaje positivo. Es hora de acabar con el NO y las negativas, intentá convertir todas tus frases en positivas. Cambiá el ‘no puedo’ por el ‘lo voy a conseguir’. Hay que esforzarse y el lenguaje hace mucho en nuestra mente de forma inconsciente.
Recompensate
Las pequeñas recompensas son un gran estímulo para que continúes durante los primeros días que son los más difíciles. Después de eso, probablemente puedas recompensarte una vez a la semana con un gusto ajeno a las tentaciones que te haga progresar en tu objetivo. Porque sabés que te lo merecés.
Encontrá las soluciones. Si estás agobiado o deprimido para a pensar un momento y buscar las posibles soluciones a tus problemas, hacé una tormenta de ideas, aunque muchas sean absurdas, tené sentido del humor y alcanzarás las mejores respuestas. Todo tiene arreglo, así lograras tus objetivos de año nuevo.