Muchos de los argentinos sufrimos de estrés laboral o hemos sufrido en algún momento. De acuerdo a un estudio realizado por Universidad Siglo 21 para un 38,9% de empleados en Argentina resulta difícil relajarse después de una jornada laboral.
Para que vos no seas parte de estas estadísticas, te dejo algunos tips o técnicas que van a ayudarte a mejorar tu día a día en el trabajo y manejar adecuadamente el estrés laboral.
- Identificá lo que te estresa en el trabajo: Tomá nota durante una semana de las situaciones te crean más estrés y cómo respondes a ellas. Registrá tus pensamientos, sentimientos e información sobre el ambiente, incluyendo las personas y circunstancias implicadas, la situación física y cómo reaccionaste. ¿Qué debés tomar en cuenta? Aspectos como si elevaste la voz o respondiste de manera alterada. La idea es encontrar los patrones entre lo que te estresa y cómo reaccionas ante ellos para poder evaluar de qué manera mejorarlo.
- Desarrollá respuestas saludables: Intentá combatir el estrés con opciones saludables. El ejercicio es un gran liberador de estrés. El yoga puede ser una buena opción pero cualquier forma de actividad física es beneficiosa. Además, buscá tiempo para tus pasatiempos y aquello que más te gusta hacer. ¿Querés leer una novela? ¿Ir a un recital? ¿O simplemente disfrutar de buen tiempo en familia?
- Establecé límites: Es fácil sentirse angustiado ante la posibilidad de estar disponible las 24 horas del día, por eso es necesario establecer algunos límites entre trabajo y vida personal. Esto podría significar no consultar el mail desde casa por la noche o no contestar el teléfono horas después de terminar la jornada laboral. Fijar límites claros entre la vida laboral y personal reduce el estrés.
- Tomate tu tiempo para descansar: Necesitás tiempo para recuperarte y volver al nivel de rendimiento anterior al estrés. Este proceso de recuperación requiere “desconectarse” de la actividad laboral cuando no se está trabajando. Siempre que sea posible tomate tu tiempo para descansar, para poder volver al trabajo, para ofrecer lo mejor de vos Y si no podés desconectarte al menos desconectá tu teléfono y centrá tu atención durante un rato en actividades no ligadas al trabajo.
- Aprendé a relajarte: Las técnicas como la meditación pueden ayudar a liberar estrés. Comenzá con unos pocos minutos cada día para centrarte en una actividad simple como la respiración, caminar o disfrutar de una comida.
- Hablá con tu jefe: Empezá por entablar una conversación abierta con tu jefe. El propósito no es presentar una lista de quejas sino comenzar con un plan eficaz para controlar aquellas situaciones de estrés que hayas identificado para poder realizar mejor tu trabajo.
- Aceptá apoyo: La ayuda de amigos de confianza y miembros de la familia puede mejorar tu capacidad para manejar el estrés.
Otros consejos útiles
Medí bien el tiempo: Si te levantás temprano evitarás horas de tráfico, lo que puede ser un causante de estrés importante. Además de tener la posibilidad de desayunar o arreglarte con mayor margen de tranquilidad.
Hacé un check list de las tareas del día: Analizá rápidamente las tareas a realizar durante el día para que estés preparado con todo lo necesario. El llegar a una junta o reunión de negocios sin todo lo que corresponde crea bastante estrés, más si te das cuenta de que no estás preparado.
Establecé prioridades: Si no les das prioridad a lo realmente importante, podés distraerte con tareas que pudiste haber dejado para otro momento. Al final del día cuando te des cuenta de que hiciste muchas cosas, pero que no eran del todo importantes, te estresarás.
Tomate tiempo para pensar: ¡Sí! Como lees. Es necesario que en cada una de las tareas que realices te tomés el tiempo que ameriten para no cometer errores, de lo contrario al momento de corregirlos comenzarás a estresarte y serás menos efectivo.
Descansá al menos cada dos horas: Tomate al menos cinco minutos cada dos horas, ya sea en la cocina o en alguna sala de la oficina para distraerte. Esto aumentará tu capacidad de concentración.
Organizá tu lugar de trabajo: El saber dónde exactamente tenés tus documentos y tener un área de trabajo ameno puede evitarte estrés.
Evitá las distracciones: Utilizá el tiempo laboral en temas laborales. Esto te ayudará a entregar todos tus pendientes en tiempo y forma. El evitar estar corriendo con las fechas de entrega te dará tranquilidad.
Dormir bien también es importante para gestionar el estrés. Así que si tenés problemas para dormir, podés crear hábitos sanos de sueño, como limitar la cafeína por la tarde y reducir actividades estimulantes como ver la tele o utilizar la pc por la noche.