Es difícil evitar el estrés en estos días con tantas demandas laborales y el mundo patas arriba. Pero si aprendes cómo manejarlo podés enfrentarlo de una manera saludable.
Cuán seguido te irritas
Algunas personas se toman todo con calma. Otros se ponen ansiosos ante el primer signo de un problema. Estás son algunas reacciones comunes pero poco saludables al estrés. ¿Alguno de estos te identifica?
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Sentís dolor
Podés desarrollar tensión muscular, especialmente en el cuello y los hombros, lo que puede provocar un dolor físico inexplicable. El estrés también puede causar una variedad de otras enfermedades de salud, como malestar estomacal, falta de aliento, dolor de espalda, dolores de cabeza e insomnio.
Comes en exceso
El estrés puede hacer que comas incluso cuando no tenés hambre, o podés saltarte el ejercicio. Por otro lado, podés comer menos y perder peso cuando estás bajo más estrés.
Te enojas sin sentido
El estrés puede provocarte mal genio. Cuando estás bajo presión, podés encontrarte discutiendo con quien se te cruza, y a veces por cosas que no tienen nada que ver con tu situación estresante.
Te deprimís
A veces el estrés puede ser demasiado como para enfrentarlo. El estrés crónico puede ser un factor en el desarrollo de la depresión o trastornos de ansiedad.
Sentís negatividad
Cuando no manejas bien el estrés, podés esperar mentalmente lo peor o magnificar los aspectos negativos de cualquier situación complicada.
Te dejo algunos consejos claves para combatir el estrés. ¡Presta atención!
Sácale peso a tus días
Reducí tus obligaciones tanto como sea posible. Si bien puede parecer más fácil decirlo que hacerlo, mira de cerca tu horario diario, semanal y mensual y encuentra reuniones, actividades, cenas o tareas que puedas recortar o delegar en otra persona.
Rodeate de un círculo social sano
Busca o renueva conexiones con otras personas. Rodearte de familiares, amigos, compañeros de trabajo o clérigos y líderes espirituales de apoyo puede tener un efecto positivo en tu bienestar mental y en tu capacidad para enfrentar el estrés.
Empezá un hobby
Cuando te involucras en algo agradable, podés calmar tu mente inquieta. Trata de leer, hacer jardinería, manualidades, electrónica, pesca, carpintería, música, cosas con las que no puedes competir o estresarte.
Relájate
La actividad física, la meditación, el yoga, los masajes, la respiración profunda y otras técnicas de relajación pueden ayudarte a controlar el estrés. No importa qué técnica de relajación elijas. Lo que importa es reenfocar tu atención a algo que te calme y aumente la conciencia de tu cuerpo.
Dormí lo suficiente
La falta de sueño afecta tu sistema inmunológico, tu criterio, y te hace más propenso a recuperarse de problemas menores. La mayoría de las personas necesitan de 7 a 9 horas de sueño al día.
Busca ayuda profesional
Si tus esfuerzos de manejo del estrés no son lo suficientemente útiles, consulta a tu médico. El estrés crónico e incontrolado puede llevar a una variedad de problemas de salud potencialmente graves, como depresión y dolor.