El dolor de espalda es un mal actual. Puede ser consecuencia de la mala postura, de levantar pesos excesivos, de una lesión y de afecciones como artritis o hernias.
Un posible tratamiento para el dolor de espalda es hacer una cirugía, pero hay otras opciones menos traumáticas que pueden dar resultado. Acá te cuento las recomendaciones que ofrece un especialista de Johns Hopkins Medicine y el Colegio Americano de Reumatología.
Revisá tu mente y tus emociones
El dolor de espalda crónico te afecta también emocionalmente. Para controlar la frustración, la irritabilidad, la depresión y otros aspectos psicológicos relacionados con el dolor crónico, es importante acudir a un psicólogo de rehabilitación. La meditación es otra alternativa que puede dar excelentes resultados.
Hacé fisioterapia
El Colegio Americano de Reumatología sugiere que sería beneficioso ir a un fisioterapeuta para desarrollar un programa personalizado de ejercicios y recibir formación. Aclaran que no hay necesidad de reposar en la cama cuando sufrís de estos dolores, tenés que continuar con tus actividades cotidianas.
Incluí el ejercicio en tu rutina
El ejercicio es la base del tratamiento (flexiones, estiramientos), pero lo debes hacer bajo la supervisión de tu médico. No todos los ejercicios funcionan para todos los casos, deben adaptarse a tus síntomas y condiciones específicas.
Cambiá tu dieta y cuidá tu peso
Hay alimentos que inflaman como los que tienen alto contenido de grasas trans, azúcares refinados y los procesados. Preguntá a tu médico si tu dieta puede estar influyendo en tu dolor de espalda y si es necesario cambiarla. Mantener un peso saludable también te puede ayudar a aliviar el dolor, ya que se reduce la presión sobre tu columna vertebral.
Relajá tu cuerpo con masajes
El Colegio Americano de Reumatología propone los masajes como un posible tratamiento efectivo. Explican que hay evidencias de que los masajes han aliviado a pacientes con lumbago y en especial a aquellos con dolores debido a hernia de disco, estenosis espinal o tumores que afectan las estructuras de la columna vertebral, necesitan operarse.
Hacé terapias con frío o calor
Si te ponés hielo o calentás tu espalda, puede ser una buena alternativa. Darte masajes con hielo de cinco a diez minutos en la zona afectada cuando comienza el dolor puede aliviarte, así como aplicarte calor, ya que tus músculos se relajan.
Apoyate en terapias alternativas
Yoga, tai chi, acupuntura, la biorretroalimentación, la terapia con láser, la estimulación nerviosa eléctrica y otros tratamientos de columna no quirúrgicos también pueden hacer una diferencia para el dolor de espalda crónico. Hablá con tu especialista sobre tratamientos alternativos que podrían beneficiarte.